martes, 4 de septiembre de 2012

Las Ruinas de Naranjo de Guayaquil

Naranjo de Guayaquil. "La ciudad perdida en el Alto Piura"
Monolito similar al Lanzon de
 Chavin de Huantar
Frías, distrito ubicado aproximadamente a una altura de 1700 m.s.n.m. en la serranía piurana, en su territorio guarda una gran riqueza arqueológica e histórica  aún por descubrir. Cuenta con magníficos e impresionantes petroglifos en casi todo su territorio, ruinas arqueológicas abandonadas, diversos huacos que han sido encontrados por los agricultores y profanadores de huacas, así como piezas de metal y restos de herramientas de piedra. En la actualidad se siguen descubriendo muchos  más  evidencias  de aquellos grupos culturales que habitaron e influenciaron en nuestra prodigiosa geografía. Se podría manifestar que dentro de nuestro ámbito se asentaron pequeños grupos culturales  en proceso de desarrollo, así mismo fueron influenciados por otros más avanzados, como los Vicús, Tallanes, los Chimús, los Chavines y por último la inca.
Segun el Antropologo Mario salazar
 este podría ser un croquis o
 mapa de un pueblo o etnia
El caserío de El  Naranjo de Guayaquil  es el escenario de uno de los últimos descubrimientos muy importantes de la arqueología piurana. Este lugar se encuentra ubicado dentro de la jurisdicción del distrito de Frías, provincia de Ayabaca, cerca de los límites de la provincia de Morropón - Chulucanas. Está a una altura aproximada de 1000 m.s.n.m. Las  familias se han establecido en las faldas del cerro Mocho. Su geografía es bastante accidentada y cuenta con muchas rocas, materia prima que fue utilizada por las antiguas civilizaciones  en la construcción de sus moradas y así mismo poder dejar impregnada su cosmovisión y estrecha interrelación hombre naturaleza, en las figuras hechas en las grandes piedras. Este lugar, también alberga  unas ruinas de piedra labrada quizás muy importantes para la arqueología local y posibles estudios puedan complementar algunas hipótesis sobre los primeros grupos humanos que habitaron nuestro territorio piurano.
En el año 2009,  Necemio Peña Rojas, profesor de la Institución Educativa  del caserío de El Naranjo de Guayaquil, conjuntamente con sus estudiantes fueron los primeros que informaron sobre la existencia de las  ruinas, ya que por muchos años estuvieron escondidas por los matorrales de aquel bosque seco. Algunos visitantes y especialistas en la materia han manifestado que posiblemente en un tiempo fue asiento de algún grupo cultural que habitó temporalmente por este territorio. Se han encontrado petroglifos con figuras antropomorfas y zoomorfas, elaborados con la técnica de bajo relieve sobre las rocas, además de los monolitos gigantes y en miniatura, que indican el respeto y la adoración hacia sus seres mitológicos. Los diversos huacos hallados, representan a seres humanos animalizados, animales que habitan en la zona. Todas estas manifestaciones, al parecer, fueron de algún grupo cultural avanzado que se desarrollo en la época pre inca. En la actualidad se siguen descubriendo más figuras. La Municipalidad Distrital de Frías, le ha encargado el estudio más profundo de estos vestigios al arqueólogo Mario Salazar Juárez, persona especializada es la arqueología. En el caserío de El Guabo y de manera dispersa, se han hallado otras figuras que representan rostros de humanos que expresan dolor, sufrimiento y angustia.
 
Los monolitos,  ruinas y demás vestigios.
            Otras de las huellas y vestigios que se han encontrado son los “monolitos” que tienen impregnados magníficos “petroglifos” o figuras hechas bajo la modalidad de tallado en bajo relieve. La mayoría de estos glifos  representan a  animales como aves de rapiña (alcón, guacaca, gavilán), búhos y otras deidades, que representan figuras antropomorfas de extraños personajes  que  expresan diferentes sentimientos y estados de ánimo. El arqueólogo Salazar manifiesta algo muy importante, que  en estas ruinas una zona  que representa la fuente de la fertilidad debido a que en estos glifos hay una simbolización, al parecer de una mujer pariendo a un ser y al costado existe la representación  del astro rey que ilumina su alumbramiento. Debemos saber que  este petroglifo se repite en otros lugares como es en  Poclús y Banda de la Cruz en Culcas, caseríos ubicados hacia el noreste de las ruinas.
 Los huacos encontrados son de color negro, característica de la mayoría de cerámica encontrada en Frías y representan a hombres con rasgos de animales. También se han hallado pequeños monolitos que denotan rostros con diferentes expresiones faciales, así como de figuras de animales (Búho). Al parecer que este grupo cultural tuvo influencia de grupos étnicos de la selva que se trasladaron de su lugar de origen en buscas de alimento y de buenas tierras donde establecerse y en su paso fueron plasmando sus vivencias, creencias y supersticiones en las rocas, ya que carecían de escritura.
            Según el arqueólogo Mario Salazar Juárez en su publicación “Las Rutas y Santuarios Prehispánicos de Frías” (Noviembre del 2011), trabajo auspiciado por la Municipalidad Distrital de Frías, menciona que esta cultura tuvo influencia de la cultura Chavín, debido a la forma y estilo que tuvieron los chavines para hacer sus edificaciones. La finalidad de estas construcciones tuvo un fin mágico religioso astronómico según lo manifiesta el arqueólogo. Ellos supieron aprovechar lo que la naturaleza les ofrecía y en los filos o ángulos de las rocas, sus diestros y hábiles talladores, plasmaron su filosofía, arte, superstición y cosmología y respeto a sus dioses mitológicos.
            Las ruinas que se han encontrado son un conjunto de rocas labradas y posiblemente  sirvieron como base para la construcción de sus viviendas o de posible templo de adoración y rito. Los enormes monolitos, a manera de lanzones, tienen  similitud con las construcciones que hicieron los grupos que vinieron del norte dentro del proceso de poblamiento del hombre piurano.
            Esta zona es interconectada mediante diversos caminos  de piedra prehispánicos y que conduce a varios lugares aledaños de las ruinas, tanto para Frías como para Morropón.
El Señor del Shango. “Jefe misterioso y poderoso hechicero”
Una de las figuras que mas asombro ha causado es la figura de un gran señor, que posiblemente representa a una deidad (jefe, curaca o poderoso hechicero) muy importante dentro de aquel grupo étnico y que al parecer tuvo mucha influencia sobre sus habitantes por la forma como lo han representado. Algunos lo han denominado el Señor del Shango y que algunos pobladores de la zona ha tomado este nombre debido a que se encuentra vigilando la quebrada del  mismo nombre. Esta figura  se  encuentra tallada bajo la técnica del picado en una enorme piedra. Se ubica a unos 10 minutos  de camino del caserío, junto a él están otras inscripciones con una visión cosmonauta y otros que servían como orientación para la civilización de esas épocas.

El señor del Shango
 podero hechicero
 El termino Shango, posiblemente es un vocablo de alguna lengua extinta que antiguamente se hablo. Como se sabe que  la zona de Frías tuvo mucha influencia Vicús, Mochica y quechua o también se puede conjeturar que tuvo influencia  de alguna lengua jibara o quechua cajamarquino.  Con este nombre también se le ha calificado a un personaje muy importante dentro de otras culturas en otros países. Shango significa dios del fuego, señor todo poderoso. Al parecer fue un personaje con mucho poder sobre esta cultura. Su denominación podría tener relación  con otros términos  que  se hablan por estos lugares y que llevan incrustadas el sonido “sh” y que en Frías se hablan muchos términos con este mismo sonido como: shanga, shara, coshal, shote, cusha, entre otros que posiblemente fue de algún dialecto propio del lugar.
Al mi juicio aquel grupo étnico  se estableció temporalmente  en este lugar, utilizando como material principal a la piedra, tanto para plasmar su petroglifos, elaborar sus enormes y diminutos lanzones y monolitos, las enormes piedras labradas al estilo pre inca, aprovechando al máximo los recursos que la geografía le ofrecía. Se podría considerar algo similar lo que sucedió en la cultura Chavín. Otras de las consideraciones que  puedo afirmar, es que esta cultura culminó su recorrido o expansión en este lugar, posiblemente debido a que se encontraron con otra cultura más sobresaliente como los Vicús o Tallanes. Para contrastar esta afirmación es necesario considerar que por todo el territorio de Frías, hacia la parte alta con dirección al nor este y nor oeste del distrito y otros alrededores existen un sinnúmero de huellas y figuras con similares formas tales como los hoyos o cúpulas,  petroglifos con figuras antropomorfas  similares en los lugares de San Isidro, Pampa Grande, Poclús, Culcas, Silahuá, Huasipe, el mismo Frías, Chalaco y Santo Domingo. Estas huellas están interconectadas de manera secuencial y repetitiva. Según algunos historiadores que plantean el origen del hombre piurano tiene sus raíces en grupos étnicos selváticos. Sus figuras   tienen apariencia de felinos y formas antropomorfas, como las encontramos en Samanga y partes de nuestra selva peruana.
 
 
 
Por José Cosmer Sánchez Troncos
Profesor de Educación Primaria
IE 14330 - Culcas -Frías - Ayavaca - Piura